YA ESTÁ BIEN!!! Voy a escribir en castellano, porque la gente me envía emails y me pone: ¨¿Qué dices? No te entiendo...¨. Y mira que lo advierto en el título del blog, pero nada, erre que erre con intentar entenderme...
¿De verdad creéis que si escribo en castellano me íbais a entender algo? Aaaaaaah... Qué ilusos, Dios......
En toda sociedad con tubos, se pueden distinguir varios elementos muy bien diferenciados entre sí, pero no tanto entre ellos, y menos aún con los demás. Se trata de los primeros y los segundos. Los primeros, como su propio nombre indica, son tubos, y los segundos, sin que en ellos sea importante este detalle, se pueden llamar también tubos, pero la pronunciación de esta palabra se suele hacer en voz más baja, para no despertar a los vecinos, más que nada... Y con vecinos me refiero a esa gente que duerme pared con pared contigo, y no a los tubos propiamente dichos, de los cuales todavía no he hablado (pero que no pienso hablar, porque es tarde y me oirían los vecinos...). Los elementos en que se dividen los vecinos y los tubos son varios, y cada uno se diferencia del anterior porque ellos no se parecen en nada entre sí. Hay unos que prefieren beber leche por las mañanas, y hay otros a los que les gusta el zumo de naranja. Los de la leche no saben ni de tubos, ni de vecinos, ni de elementos, ni de nada, y se diferencian de los primeros, en que los segundos no tienen nada que ver con las pronunciaciones en voz bajita. Sin embargo, no comen cosas sólidas, porque no quieren y punto. Este punto en concreto puede entenderse mejor con los otros elementos, que pasaré a explicar a continuación:
- Hay unos más grandes, que sólo sirven para hacer tubos como el de la foto.
- Después, hay otros más pequeños, que se diferencian de los grandes por sí mismos.
- Y por último, distinguimos otros sin rendijas, que son así porque parecen tubos y beben zumo de naranja, al igual que en las definiciones anteriores.
Esta es la división más común de dichos elementos, pero hay otras muchas más, aunque son más difíciles de entender. Lo más importante de todo, que podría tomarse como conclusión, esque se pueden decir en voz alta o baja, según se quiera.