
¿Os acordáis de estos adorables bichitos? El otro día estuve pensando en ellos. De pequeña los veía en todas partes. Eran preciosos... Pero hace años que no veo uno de estos. De hecho, pensé que se habían extinguido y todo... Parece ser que no, pero por Dios... ¡quiero volver a tenerlos a mi lado! ¿Qué he de hacer? ¿Dónde están? ¿Se esconden de nosotros? ¿Se esconden de mí? ¡¿POR QUÉ?! Si yo los cogía y se convertían en bolas grises, relucientes y hermosas... Y luego, les besaba dulcemente... No esperaba que apareciese un príncipe en mayas rosas, ¡no! Los besaba sólo para sentir mis labios en su diminuto cuerpo, tan frío, pero a la vez tan cálido... Ay... Lo que es el amor...